
Mucositis (inflamación alrededor del implante) o Periimplantitis (inflamación de la encía con pérdida de hueso)
La inflamación de las encías es multifactorial. La falta de higiene, la utilización de ciertos diseños de implantes o la posición del implante aumentan el riesgo de mucositis o periimplanttis. Hay que evitar estos factores. La sustitución de un diente por un implante no sólo supone imitar la estética del diente sustituido sino también la función. El cemento del diente ayuda a mantener la encía estable. Cuando sustituimos el diente por un implante, éste debe estabilizar la encía de la misma manera. Cuando no lo hace la encía se retrae y el implante se contamina produciendo mucositis o periimplantitis.
Una correcta higiene dental y de implantes como mantenimiento es necesaria tras el tratamiento con implantes.
La mejor manera de evitar la periimplantitis es utilizando sistemas de implantes que prevengan de la recesión como aquellos que tienen pilares cónicos. Este simple dispositivo estabiliza la encía y protege al implante de la contaminación.
Si la periimplantitis ya se ha establecido puede requerir la realización de un injerto de encía, cambio de la corona del implante o incluso retirarlo para detener la reabsorción ósea. El hecho de extremar las condiciones de higiene ayuda a limitar la respuesta inflamatoria pero no detiene por sí mismo la periimplantitis.